Genava, Nava y otros topónimos con formante nava.
En la E. L. H el lingüista alemán J. Hubsmich propuso para el apelativo nava, la etimología griega de nau-, barco, aludiendo a la hondonada natural en que se concentrarían las aguas, como si fuera la sentina de un barco. Esta etimología es rechazada por J. Corominas.
Propuesta.
La diferencia entre Genava, nombre de la actual Geneve (Suiza) ya citada en los primeros capítulos de la Guerra de las Galias de Julio Cesar, en español Ginebra, y los numerosos topónimos que en español presentan dicho formante nava que se extienden por toda la península, es la misma que existe entre los topónimos Genestares frente a su doblete, confirmado por los textos, Nestares, del que existen dos ejemplos claros: el cántabro Nestares cercano a Reinosa, donde se halla el cementerio de dicha localidad, y el Nestares riojano también documentado como Genestares;
A este conjunto genava / nava, genestares / nestares se han de añadir los topónimos Narros, Narrillos que procedentes de Navarrillos remontarían a *Genavarrillos,
La aceptación de esta propuesta tiene como consecuencia que el significado de nava no es la laguna, sino el prado,-cercano o al borde a la laguna, esto es con humedad freática en términos modernos- traducción de la genista latina de la misma raíz y que obliga a incorporar a este grupo a los topónimos del tipo Hiniesta / Iniesta. Sobre genista se lee en el Diccionario Etimologico latino de Meillet lo siguiente: “Les formes romanes remontent a genesta (logoud.) genista et ginestra, ital, ginestra, v. h. a. *ginist, all. Ginster.”. Se habría producido una metonimia en que los nestares< genestares se dan junto a lugares con agua, (Nestares esta junto al r. Ebro, mientras que Genava de los Allobroges estaba junto al lago Lemann o junto al río Ródano); y la nava de Palencia y Paredes de Nava junto al r. Carrión.
De genista, o mejor de genistale sí tenemos constancia del mantenimiento del apelativo; se trata del nombre de los prados naturales en León (Madoz, Ardoncino), nisal, que se corresponde con el apellido Nistal existente en Cantabria, traducido por el sintagma latino ‘del prado’; de ahí se concluye que los topónimos Nestares Nistal y el apelativo nisal, proceden todos de genesta o genista perdiendo la velar inicial Henestares, y la vocal de la sílaba inicial: Nestares y el apelativo nisares definidos en un texto leonés como “prados naturales”.
El esquema resultante de este hipótesis se concreta en este cuadro:
a) se mantiene la velar inicial, tipo Genestacio, Génave, Genevilla
b) se pierde la velar inicial: Henestares, Henares solucionado por fenum (falso)
c) se pierde la velar y la vocal: Nestares y nisal, prado natural)
d) se mantiene la velar inicial ensordecida Ceniza< *cenista, Cenizal <*kenistal
e) se puede suponer que la n intervocálica cae, de donde Cesta, Cesto, Cestelo y aspirada Cheste y
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