Baldomero Enrique Martin de Valmaseda

Baldomero Enrique Martin de Valmaseda
Reflexionando en la butaca de su despacho

domingo, 11 de diciembre de 2011

Farracos, Parraces; in unoquoque parrigo.

            El título de este trabajo trata de presentar lo fundamental del mismo: la existencia de un apelativo ‘parrigo’ , cuyo significado una vez determinado, debe ser extensible a otro apelativo ‘farracos’, nombre de unos siervos rústicos asturianos, y a los topónimos asimilados de los cuales se ha elegido el de Parraces, (Segovia), pero que podía haber sido el de Parga (Lugo), de cuyos habitantes sabemos que en tiempos de la romanización se llamaban ‘parracenses’.
            Pero la cuestión fundamental no es la del significado sino la de la extensión del apelativo ya que en Hispania se extiende por Asturias Galicia y Galicia solo en la ya citado peroel significado solo es totalmente comprobable desde la lectura de una cita tomada del Cartulario de Gellone (doc458, año 1098) : “Dono etiam in unoquoque parrigo de eadem villa (Hulmerias) unum multonem...”.
            Si se compara este texto, que puede ser la base para la explicación del topónimo gallego Parga (Lugo) que, como antes se ha dicho, remonta al adjetivo ‘parracenses’, con un texto asturiano  (san pelayo doc año) que nos dice que los los siervos rústicos recibían el nombre de ‘farracos’, se puede constatar que ‘parrigo’ en el Languedoc debe significar cada una de las fincas o granjas que existían en el siglo xi en la villa llamada Hulmerias en este texto pero Ulmerias en otros textos (doc año), lo que aparentemente vincula dicho nombre al sustantivo latino ‘ulmus’, en español presente en los topónimos Olmillo, Olmillos, Olmo y Olmos siendo el mas interesante Olmosalvos (Burgos). Si aceptamos la traducción para ‘parrigo de ‘granja, explotación familiar agraria’, vemos que ambas traducciones la asturiana queda aclarada por el hecho de saberse por medio de la cita tomada del cartulario de Gellone, que los ‘farracos’ era el nombre de los habitantes de los ‘párrigos’ o ‘pargas’, las unidades de explotación agraria en un mundo que hubo de extenderse al menos desde el sur de Francia  hasta Galicia.
            Esta premisa, la relación entre el nombre de los siervos rústicos y el nombre de las unidades de explotación en cada villa o agrupación humana, en una zona en que todavía se conserva la dispersión de las ‘cabañas’, nos ha de permitir el problema no solo del doble tratamiento fonético del grupo –rs-, sino intentar aislar la idea etimológica que subyace en este nomenclatura.
            Significado básico. El texto citado en que aparece ‘parrigo’ como un elemento existente en las villas rústicas nada dice sobre el significado específico; un punto de claridad puede extraerse de otro cita de la misma colección (doc 469, año 1106) en que aparece una construcción paralela referida a la villa de Solatico: per hunc mansum in unoquoque ovili de Solatico abebam (sic) unum multonem unius anni tundut”, en que parece que en vez del prelatino ‘parrigo’ se ha usado el latín ovili. Esta sospecha se ve confirmada por un tercer texto (doc 273, año 1077) en que se lee :”et, de unoquoque parrigo, donamus de prefata villa (sancti Caprasii) unum multonem...Donamus etiam de parrigo monachali omnem decimum quem ibi habemus, hoc est medietatem decime de ovibus monachi et de hominibus suis”. Pero el documento que mejor explica la sinonimia entre ovile y parrigo es el que incluye este texto:”ego Argentella et ego Petrus... donamus... et insuper partem decime quam habemus in ovile monachi... Nam et ego Arnaldus... dono... et insuper partem decime quam habeo in ovile monachi...Nos vero suprascripti Argentella et Petrus et Arnaldus..., simul omnes liberum reddimus parigum monachi manentis in Galiacco...”; lo que por dos veces es llamado ‘ovile monachi’ es llamado al final ‘parigum monachi’, demostrando el bilingüismo en que se expresaban: latín en la vida oficial pero léxico prelatino para denominar las posesiones y los accidentes que las determinaban.

            Se percibe de estos textos que el significado en el Languedoc era de ‘ovile’, corral de ovejas, (en español cija, al menos en Parraces (Segovia), y que por tanto un topónimo como Parga (La Coruña) documentado como ‘parracenses’ (C.I.L) significo en origen ‘corral’, tal vez de ovejas pero es imposible por ahora tal afirmación; Todos los  topónimos que contengan dicho elemento *parr- han de ser traducidos por tanto como ‘corral’ y habitación de los pastores. Ysuponiendo que la –rr- se debe a algun fenómeno de asimilación de la r, podremos formular que todos los topónimos en *par- y *bar- tienen dicho significado; a este efecto es curioso señalar que uno de los pocos topónimos hispanos, en plena zona celtíbera, en que aparece dicho formante sin sufijación se halla incluido en el sintagma ‘Corrales de Barnuevo’ (mapa 200), lo que podría ser calificado de topónimo tautológico. Como lugar de origen, lo que implica aceptar que el corral tenía anexa una habitación para los pastores es un texto en que se menciona a Juan de Barviejo  (Sta Jul de Santillana, doc  año 1300) (en Asturias existe la oscilación Parres / Barres, que justifica que junto a parr- exista *barr-; un topónimo que justifica esta misma oscilacion será la de Pariza, Bariza (CD s Millam de la c) y Fariza hoy Ariza (Zaragoza) que seria corral grande en cualquiera de los tres.
 Por esta razón el trabajo se divide en dos partes:
            1ª: origen de la doble –rr- a partir de –rs- (vibrante y silbante o africadas asimiladas).
            2ª: etimologia a parit de los bardietas de Estrabón o Bardulli de Plinio.
Debe relacionare parrigo, si es ovili, con corrales de Barnuevo; los Bar=caserios, pues Barnuevo y Barviejo nos dice que para los hispanos preromanos ‘bar’ era masculino, como lo es caserío, que parece conservar el genero antiguo de bar; casería indicaba que bar se tomaba como villa.  

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